lunes, 18 de agosto de 2014

Consejos para tratar la psoriasis


Una alimentación sana: la experiencia de cada enfermo es la que revela qué alimentos son los que provocan una reacción o una mejoría. Habitualmente se considera que las carnes rojas, las comidas picantes, los excitantes y el alcohol son algunos de los alimentos perjudiciales para el enfermo de psoriasis. A ellos habría que añadir los lácteos, alimentos con levaduras o que fermentan en el estómago tras su ingestión: coles, berzas, repollos, etc. Asimismo, el exceso de peso y una alimentación rica en grasas tampoco es aconsejable. En las zonas de roce y pliegue de la piel es habitual que salgan lesiones. Las patatas, guisantes, pescados ricos en Omega-3, leche y postres de avena o soja, etc., son algunos de los alimentos más recomendables.

Una higiene adecuada de la piel: Mantener la piel limpia e hidratada es básico. Las duchas ecológicas, las ecoduchas, son interesantes pues alivian el escozor y el picor de la piel. También existen en el mercado geles especiales para pieles con psoriasis, que son bastante eficaces. Tras la limpieza es recomendable una buena y constante hidratación; cualquier crema hidratante del mercado puede servir, no siempre las más caras son las más efectivas.

Utilizar ropa de algodón y sin costuras, al menos la ropa interior, para evitar roces y empeorar o producir lesiones. Se puede conseguir ropa de buen algodón a buen precio. Es fundamental mirar siempre la composición de los tejidos en las etiquetas de ropa de vestir y de cama y desechar los que presentan altos porcentajes de fibras.

Vivir lo más tranquilo posible y procurar tomar el sol, siempre con protección, y baños de mar en playas ricas en yodo. Una vez cerradas las lesiones, el efecto del sol y el mar ayudarán a mantener la piel limpia y sana a lo largo del otoño e invierno. También practicar yoga, ejercicios de relajación y meditación puede ser muy positivo para levantar el estado de ánimo y fortalecerse psicológicamente.

Discriminación por psoriasis



La psoriasis es una dolencia que afecta el estado anímico y emocional de las personas que la padecen. Este hecho se debe a la discriminación con la que día a día tienen que convivir. En nuestro país más de medio millón de personas sufren de psoriasis, enfermedad poco conocida y que ocasiona graves lesiones en la piel en forma de placas escamosas que generan dolor y comezón.

La psoriasis es una enfermedad que no se contagia, sin embargo, el grado de discriminación es muy alto debido a los temores infundados y equivocados de contagio.

Psoriasis inversa


La psoriasis inversa, también conocida como psoriasis invertida, puede entenderse como una forma oculta de psoriasis. Esta condición poco común presenta erupciones similares a las de la psoriasis común, pero estas no suceden en las zonas visibles del cuerpo, si no en los pliegues, como la axila o las ingles y puede producir escozor y picor debilitante.

La psoriasis invertida o inversa aparece como una erupción rojiza y es flexible y suele carecer de las placas habituales de otras formas de psoriasis. El escozor y el picor suelen ser particularmente problemáticos al producirse en las zonas de flexión del cuerpo, incluyendo las ingles, las axilas, los pliegues debajo de los pechos y gluteos. En personas con sobrepeso puede producirse en pliegues de la piel profundos en el estómago, cintura y muslos. El sudor y el roce, difícil de evitar en las zonas descritas, empeoran las erupciones.



Según los expertos, muchos casos de personas con picor y enrojecimiento en los genitales podrían tener psoriasis invertida, pese a no haber sido nunca diagnosticados. Las erupciones en otras parte del cuerpo podrían ser tan leves que se clasificasen como simple caspa.

Esta variedad, que sólo supone entre el 2% y el 6% de todos los casos de psoriasis, es mas problemática y frecuente en personas con sobrepeso. La conexión entre psoriasis y obesidad todavía no ha sido completamente determinada, si bien investigadores han demostrado que pacientes con mayor peso, suelen sufrir variedades más severas de la enfermedad.



Dado que la psoriasis invertida ocurre en algunas de las zonas más sensibles del cuerpo, su tratamiento puede ser suponer un mayor reto. Los pacientes deben ser participantes activos en el tratamiento, seguir las recomendaciones del médico y realizar un seguimiento de los detonantes. Como en cualquier condición crónica, establecer conexiones con otros pacientes puede ofrecer información valiosa y apoyo emocional.

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