Existen muchos tipos de psoriasis, aunque los especialistas prefieren hablar de distintas formas de presentación de la enfermedad. Se puede clasificar según su gravedad, su forma y el patrón de las escamas.
Según gravedad
Psoriasis leve:
Cubre un 2 por ciento o menos de la piel del cuerpo. Suelen ser placas aisladas localizadas en rodillas, codos, cuero cabelludo, manos y pies. El tratamiento es de uso tópico (cremas, lociones, champús).
Psoriasis moderada:
Cubre entre el 2 y el 10 por ciento de la superficie corporal. Puede aparecer en brazos, piernas, tronco, cuero cabelludo y otras áreas. Tratamiento de uso tópico y fototerapia. En algunos casos puede incluir también terapia farmacológica.
Psoriasis grave:
Cubre más del 10 por ciento de la piel del cuerpo. Suele tratarse con fototerapia y medicaciones orales. Según la forma y patrón de las escamas
Psoriasis en placas:
Conocida como ‘psoriasis vulgaris’. Esta es la forma más típica de la enfermedad (un 80 por ciento de los casos se corresponden con este tipo). Las escamas que forman la cúspide de la placa se componen de células muertas, que se desprenden de las placas. Otros síntomas también incluyen dolor y picor en la piel, así como resquebrajamientos.
Psoriasis en guttata o gotular:
Este tipo se manifiesta como pequeñas gotas rojizas en la piel. Son lesiones que aparecen en el tronco y las extremidades y a veces en el cuero cabelludo. No son tan gruesas como las de la psoriasis en placas. Puede estar causada por algún tipo de infección y suele aparecer durante la infancia.
Psoriasis inversa (en pliegues):
Aparece en axilas, ingles, bajo las mamas y en los pliegues de genitales y nalgas. Este tipo aparece en pieles lisas y secas, en forma de enrojecimiento e inflamación, pero no de escamas. La psoriasis inversa es especialmente propensa a la irritación por el roce y el sudor, por eso las personas obesas tienen más problemas.
Psoriasis eritrodérmica:
Es un tipo inflamatorio de la psoriasis que suele afectar a la mayor parte del cuerpo. Se caracteriza por un enrojecimiento de la piel muy acusado y agresivo. Es poco frecuente. Dentro de este grupo se encuentra la forma seca y la húmeda o edematosa (más severa).
Psoriasis pustular generalizada:
También llamada psoriasis pustular de Von Zumbusch. Es muy poco común y se manifiesta con grandes áreas de la piel enrojecidas, que duelen y producen pústulas. Cuando estas pústulas se secan vuelven a aparecer de forma cíclica.
Psoriasis pustular localizada:
Cuando las pústulas sólo aparecen el manos y pies.
Acropustulosis:
En esta forma, las lesiones de la piel se localizan en las puntas de los dedos y a veces en los pies. Estas lesiones pueden ser dolorosas e incapacitantes, llegando a producir deformidad en las uñas y en los casos más graves, cambios en los huesos de la cara.
Artritis sistémica:
Parecida a la artritis reumatoide, aunque es más leve y con menos deformidades. Se asocia a algún tipo grave de psoriasis. Artritis asimétrica: suele afectar a entre una y tres articulaciones (cualquiera). Suele ser leve. Artritis distal interfalángica predominante: ocurre en un 5 por ciento de los afectados de artropatía psoriásica. Afecta a las articulaciones distales de dedos de las manos y pies. Espondilitis: se produce en un 5 por ciento de los casos. El síntoma predominante es la inflamación de la columna vertebral.
Artritis mutilante:
Forma de artritis deformante y destructiva. Aparece en menos del 5 por ciento de los que sufren artropatía psoriásica y suele afectar a pequeñas articulaciones de las manos y pies.
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jueves, 8 de enero de 2015
lunes, 10 de febrero de 2014
Psoriasis eritrodérmica
La psoriasis eritrodérmica o psoriasis eritrodérmica exfoliativa es una de las formas más graves de psoriasis. En esta variedad, las lesiones cubren la práctica totalidad de la piel, desprendiéndose en grandes superficies. Dada la superficie cubierta, la perdida de proteínas y fluidos a través de la descamación es lo suficientemente grave como causar efectos en el organismo a nivel global.
Esta complicación aparece entre un 16 y un 24% de los casos de psoriasis. Generalmente afecta a aquellos pacientes de psoriasis en placas cuya enfermedad ha mostrado un empeoramiento progresivo pese al tratamiento. Suele precipitarse tras la retirada repentina de corticoesteroides de administración sistémica, terapia de cloroquina, bloqueadores de receptores beta adrenérgicos o sobretratamiento con antralina (ditranol).
Cuadros similares pueden aparecer como complicación de otras enfermedades no relacionadas con la psoriasis como dermatitis atópica, reacciones a medicamentos, linfoma, dermatitis alérgica de contacto o pitiriasis rubra pilaris. En otros casos no existe ningún detonante, denominándose eritrodermia exfoliativa idiopática. Según la duración del episodio, se clasifica como aguda, sub-aguda o crónica.
Síntomas de la psoriasis eritrodérmica
Esta enfermedad se caracteriza por un enrojecimiento, escamamiento y engrosamiento generalizado de la piel. Las escamas de la psoriasis eritrodérmica no son tan gruesas como las de la psoriasis en placa, si bien resultan grasas al tacto. El enrojecimiento (eritrema) y exfoliación de la piel suelen ser acompañados de dolor e importante picor. La piel adquiere un rojo oscurecido. El edema causado por la retención de fluidos provoca inflamación de tobillos. La alteración de la función reguladora térmica de la piel puede causar temblores. Puede producirse inflamación de los nódulos linfáticos debido a la acumulación de productos derivados de la escamación.
Posibles complicaciones
La pérdida diaria de grandes cantidades de escamas de epidermis ricas en proteínas hierro, vitamina B12 y ácido fólico, provoca estados de anemia, hipocalcemia e hipoalbuminemia en los pacientes. A esto hay que añadir la enorme pérdida de fluidos y electrolitos, que echa por tierra el equilibrio químico del organismo. También pueden observarse afecciones gastro-intestinales y mal-absorción de alimentos, por lo que se observan deficiencias nutricionales y proteínicas.
La función de barrera de la piel se ve perturbada, provocando la absorción excesiva de cualquier medicación de uso tópico, aumentando su posible toxicidad. Debido a la disminución del flujo de sangre a los riñones, puede producirse oliguria (escasa producción de orina). El flujo sanguíneo de la piel se ve aumentado, provocando un incremento en la exigencia cardíaca. Pueden observarse infecciones bacterianas secundarias, neumonia.
Todas estas complicaciones hacen de la psoriasis eritrodérmica exfoliativa una afección grave que requiere de atención médica inmediata y muy posiblemente hospitalización.
Tratamiento de la psoriasis eritrodérmica
Los principios generales para el tratamiento de la psoriasis eritrodérmica son los siguiente:
- Medidas generales: hospitalización del paciente en una habitación cuya temperatura y humedad estén controladas.
- Terapia tópica: Baños de aceites y emolientes suaves. Tratamiento Natural para evitar el uso de esteroides tópicos.
- Tratamiento sistémico: se administran antibióticos contra las infecciones secundarias y esteroides orales para el control de la progresión de la enfermedad
- Tratamiento de apoyo para la sobrecarga ejercida sobre el corazón y los riñones así como para compensar la pérdida de fluidos, proteínas y electrolitos.
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